Luces de esperanza alzadas al cielo

Que canten los niños, que alcen su voz
que hagan al mundo escuchar...

Así, con esta gran canción de fondo, no pudieron escoger una mejor, se elevaban uno a uno los farolillos de luz.
Familias encendiendo el pequeño fuego que se necesitaba para calentar el aire que haría que estos pequeños globos de papel ascendieran y llegaran simbólicamente al resto del mundo. 

Un acto hermoso y emotivo, sin lugar a dudas. Por los derechos de los niños. Mi enhorabuena a la ONG SED por esta iniciativa, que recaudaba fondos para becas en escuelas de Zambia.








Una fresita chiquitina

Dormidita. Así estuvo esta pequeña fresita durante toda la sesión. El gorrito y los patucos se los hizo su mamá para la ocasión. Una mujer polifacética y luchadora incansable. El papá de la criatura es también un fuera de serie. Esta familia, a la que aprecio mucho, será, sin duda, una gran familia.