Conocí a Charo en Kanya enmarcación, gracias a un proyecto artístico que ella llevaba entre manos (Posa para mí). Nunca mejor dicho, pues sus manos crean el todo a partir de la nada. Es ARTISTA, de esas que esculpen y pintan, no confundamos.
Si tuviera que describirla diría que es de esas personas con las que conectas a la primera, persona que irradia optimismo y te contagia alegría y ganas de hacer cosas. Es inquieta mentalmente pero no nerviosa, creativa y sabe cómo VIVIR la vida.
El lunes por la tarde estuve en su casa para hacer unas fotografías que forman parte de mi proyecto fotográfico (In Memoriam) y hablamos mucho. Conversación profunda. De las que abren el alma.
Me enseñó piezas de su obra. Imagínense señores y señoras mi cara, mis ojos como platos, mi boca entreabierta (siempre que me fascina algo estoy así y así me esculpió Charo en su día como podréis ver en las fotografías que muestro bajo estas líneas). En un momento dado me mostró unas manos. Me dijo que también las hacía para parejas. Me pareció tan simbólico que aquí os traigo vuestras manos realizadas por sus manos.
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